Canal de Isabel II colaborará con la UCM y la UAM en un proyecto de caracterización de las masas de agua

Canal de Isabel II colaborará con la UCM y la UAM en un proyecto de caracterización de las masas de agua

Canal de Isabel II colaborará con la UCM y la UAM en un proyecto de caracterización de las masas de agua

2023-07-08

Investigadores de ambas universidades podrán tomar muestras de agua de los embalses de la empresa pública gracias a un convenio de colaboración


  • La investigación servirá para prevenir y controlar los posibles afloramientos de algas en las reservas madrileñas

  • El incremento de las temperaturas puede favorecer la aparición de estos microorganismos, aunque no compromete la calidad del abastecimiento


Canal de Isabel II, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid han sellado un convenio de colaboración en el marco de un proyecto sinérgico para la caracterización de las aguas y el control de los afloramientos de algas en las reservas de la Comunidad de Madrid. El acuerdo tendrá una duración de 4 años, prorrogables por 4 años más, y ha sido rubricado por el consejero delegado de Canal, Mariano González; la vicerrectora de Investigación y Transferencia de la UCM, Lucía de Juan; y el vicerrector de Política Científica de la UAM, Daniel Jaque.

El proyecto IA-GESBLOOM-CM pretende desarrollar un nuevo método que permita la caracterización precisa, fiable y sostenible de las masas de agua superficiales, de tal manera que sirva para anticipar y controlar los posibles afloramientos de algas, unos organismos que pueden causar problemas en la calidad del agua bruta. Canal se encargará de poner a disposición de los investigadores de la Autónoma y la Complutense muestras de agua bruta de sus embalses.

El sistema y las herramientas en las que se está trabajando posibilitarán la observación del comportamiento de las masas de agua en tiempo real, de manera dinámica y en tres dimensiones. Gracias a ello, podrá advertirse anticipadamente un posible brote de algas, además de predecir su evolución y posible toxicidad.

Aunque las reservas de agua de Canal de Isabel II no suelen sufrir la proliferación de estos organismos, ni es un fenómeno que afecte a la capacidad técnica de la compañía para abastecer de agua de calidad a los madrileños, Canal es consciente de que una gestión adecuada de este fenómeno puede prevenir y minimizar su potencial impacto. Además, el incremento de las temperaturas y los nuevos escenarios de cambio climático son factores que favorecen los afloramientos.

La aparición de algas constituye, en definitiva, un problema ecológico para las masas de agua, en tanto que limitan la utilización de los recursos hídricos, ya sea con fines recreativos o de consumo. Además, pueden producir metabolitos secundarios tóxicos para las especies animales que habitan en estos ecosistemas acuáticos.

Con los resultados que se obtengan en el proyecto, Canal de Isabel II espera optimizar la toma de decisiones y reforzar una de sus principales líneas estratégicas, en concreto, aquella que apuesta por garantizar la calidad del agua de consumo: precisamente con el objetivo de garantizar la calidad y la seguridad del agua, Canal tiene establecido un programa de vigilancia desde el origen del abastecimiento hasta su entrega al consumidor.  

UNA TREINTENA DE ACUERDOS DESDE 2019

Este convenio recientemente firmado se une a los más de 30 acuerdos de colaboración que Canal de Isabel II ha suscrito desde 2019 con todo tipo de organismos, universidades y entidades de investigación, tanto públicos como privados. En estos convenios, la compañía participa de forma activa o simplemente facilitando para su estudio muestras de agua, lodos, biogás o datos de explotación.

Canal ha sido siempre una empresa comprometida con el desarrollo de soluciones innovadoras para la gestión eficiente del agua y la protección del medioambiente. En este sentido, las alianzas con otras instituciones suponen el marco oportuno para impulsar la investigación aplicada, la transferencia de conocimiento, la innovación y el progreso tecnológico. Todo ello con el objetivo final de aplicar los últimos avances e innovaciones a la gestión del ciclo urbano del agua.