EL ERROR QUE COMETES DESPUÉS DE COCINAR CON ACEITE

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EL ERROR QUE COMETES DESPUÉS DE COCINAR CON ACEITE

Un litro de aceite doméstico puede contaminar hasta mil litros de agua, por eso es fundamental saber cómo reciclarlo


Tirar el aceite por el fregadero favorece los atascos en la red de saneamiento de tu vivienda

El aceite es uno de los productos más usados en la cocina, sin embargo, ¿sabes qué hacer con él una vez usado? Si lo tiras por el fregadero, estás cometiendo un error que no solo perjudica al medio ambiente, sino que favorece los atascos en la red de saneamiento de tu vivienda. 

En efecto, esta mala práctica (muy habitual entre los españoles) supone un grave perjuicio medioambiental. Se calcula que dos tercios del aceite usado para cocinar acaban en las alcantarillas, lo que puede ocasionar obstrucciones en las tuberías y mayores problemas a la hora de acometer el tratamiento de las aguas residuales. Si tenemos en cuenta que cada español genera al año unos cuatro litros de aceite vegetal, estamos hablando de que solo en la Comunidad de Madrid unos 17 millones de litros de aceite acaban anualmente en el alcantarillado. 

El aceite contamina el agua con suma facilidad, pues basta apenas un litro de este líquido graso para impurificar mil litros de agua. Esto lo convierte en un residuo que es necesario reciclar con corrección. Pero ¿cómo debemos hacerlo? 

La opción más sencilla consiste en almacenar el líquido sobrante en una botella u otro recipiente para después llevarlo a un punto limpio (instalaciones municipales destinadas a la recogida selectiva de residuos de origen doméstico). Si hasta ahora no reciclabas el aceite por desgana o por desconocimiento de la ubicación de estos lugares de reciclaje, esto ya no es excusa, pues basta una simple búsqueda en internet para conocer la relación de puntos limpios de tu municipio.  

Además de evitar la contaminación del agua o la obstrucción de las tuberías, el aceite reciclado tiene varias salidas que permiten aprovecharlo en numerosas industrias como la química, la farmacéutica o la cosmética. De este modo, el aceite vegetal se puede convertir en biodiésel (un combustible sostenible) o puede utilizarse para producir jabón.