DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Y LA SEQUÍA

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DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Y LA SEQUÍA

Las sequías y la desertificación están estrechamente relacionadas y tienen un impacto negativo sobre el planeta; impacto del que la ONU nos quiere advertir y concienciar


Según la ONU, se pierden casi 12 millones de hectáreas de tierra productiva al año por la desertificación

El 17 de junio es una fecha muy importante en nuestro calendario: en esta jornada nos unimos al Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Aunque no sea un día precisamente de celebración, sí que nos sirve para concienciarnos de estas problemáticas, que son una realidad cada vez más evidente.

Pero ¿en qué se diferencian la desertificación y la sequía y por qué son tan perjudiciales?

Por un lado, la desertificación es el proceso que sufren las superficies de tierras fértiles cuando se transforman en desérticas y quedan, por lo tanto, inservibles. De hecho, según la ONU, se pierden casi 12 millones de hectáreas de tierra productiva al año por culpa de la desertificación. Esto afecta directamente a la producción agrícola y, en definitiva, tiene un impacto negativo en la producción de los alimentos que consumimos.

La degradación del terreno es el resultado de diferentes factores como la erosión, la sobreexplotación de acuíferos, la salinización de las tierras o, evidentemente, la sequía. A esta, por otro lado, la definimos como la anomalía climatológica que provoca periodos de escasez de agua más largos de lo habitual.

Como vemos, ambas están estrechamente relacionadas, por eso es tan importante que las tengamos en consideración conjuntamente.

¿Qué podemos hacer para combatir sus efectos?

El rápido avance del cambio climático ha agravado considerablemente el impacto de la desertificación y la sequía, por lo que es necesario que, entre todos, hagamos lo posible por cuidar del agua para intentar revertir los efectos que ocasionan estos fenómenos adversos.

Por eso, desde Canal de Isabel II trabajamos minuciosamente para que en todos nuestros procesos de captación y abastecimiento del agua no se malgaste ni una gota de más. Y no solo optimizamos nuestra gestión en términos de eficiencia (renovando y vigilando las redes para que no haya fugas, por ejemplo), sino que también apostamos por darle nuevas vidas al agua. ¿Cómo lo hacemos? Regenerando las aguas residuales que nos mandan los ciudadanos y reutilizándolas para el riego de zonas verdes, el baldeo de calles o incluso para usos industriales.

¿Y qué puedes hacer tú? Como ya sabes, ahorrar y cuidar el agua es cosa de todos, por eso también nos interesamos por dar a conocer algunas acciones que puedes realizar en tu día a día para intentar mitigar las secuelas de la desertificación y la sequía. Y si no, que se lo pregunten a nuestra vecina Isabel, la del 2º.

Porque, entre todos, podemos lograr que nuestro planeta siga siendo el planeta azul.