NO APTA PARA TIQUISMIQUIS: EL AGUA QUE BEBEN LOS ASTRONAUTAS EN EL ESPACIO

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NO APTA PARA TIQUISMIQUIS: EL AGUA QUE BEBEN LOS ASTRONAUTAS EN EL ESPACIO

En la Estación Espacial Internacional, el sudor o la orina se procesan a través de un increíble mecanismo que los convierte en agua apta para el consumo 


Cuando los tripulantes se duchan o lavan las manos, el agua sobrante no se pierde

¿Beberías tu propia orina en una situación de extrema necesidad? ¿Y si estuviese filtrada e impoluta? Son preguntas a las que los astronautas no pueden contestar con evasivas. 

En la Estación Espacial Internacional, la provisión inicial de agua está asegurada gracias a una especie de bolsas que los astronautas pueden llevar consigo en cada misión, pero a partir de ahí, la regeneración del líquido es la única opción para poder beber. 

Nada o casi nada se desperdicia. El sistema de reutilización recoge cada gota que se genera, independientemente de cuál sea su origen. Puede provenir de la respiración, el sudor o la orina. También los vapores, unidos a la humedad ambiental, son condensados y procesados a través de un increíble mecanismo que los convierte en agua apta para el consumo. Cuando los tripulantes se duchan o lavan las manos, el agua sobrante no se pierde, sino que vuelve al procesador para que se pueda usar posteriormente. 

Y sí, claro, de este sistema sale también el agua que beben. Aunque a muchos les pueda resultar desagradable, los astronautas que ya han pasado por ese proceso suelen comentar que, realmente, el agua purificada de la Estación Espacial sabe igual que la que pueden beber en sus casas. El único hándicap es superar el trámite psicológico de saber de dónde procede el líquido. El agua en el espacio no es apta para tiquismiquis. 

No obstante, lejos de lo que puedas pensar, el sistema de purificación de agua de la Estación Espacial Internacional es sumamente delicado y escrupuloso en el tratamiento. Incluso el agua que genera es más pura que la que sale por el grifo en muchas zonas del planeta. 

¿Y por qué es necesario y extraordinariamente útil este sistema de reutilización? Principalmente porque a 400 kilómetros de altura, mandar enormes bidones de agua cada dos por tres no es una solución viable. Además de por el peso, por el inasumible coste que supondría realizar los envíos.