LAVADORA Y LAVAVAJILLAS YA NO SE USAN COMO ANTES

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LA TARIFA DE LA LUZ CAMBIA LOS HÁBITOS EN CASA: LAVADORA Y LAVAVAJILLAS YA NO SE USAN COMO ANTES

Desde la entrada en vigor del nuevo modelo tarifario, se observa un esfuerzo por encender estos electrodomésticos en las horas de menor coste


Ha aumentado el uso nocturno de lavadora y lavaplatos, coincidiendo con las horas "valle"

Con el precio de la luz pulverizando récords casi a diario en los últimos meses, no es de extrañar que la resignación de los ciudadanos haya venido acompañada de un cambio en los hábitos domésticos. Ahora se busca que el consumo sea lo más eficiente posible. Los electrodomésticos ya no se usan como antes; al menos no a las mismas horas.

El nuevo modelo tarifario de la electricidad, en vigor desde el 1 de junio, es ya popularmente conocido por haber introducido la famosa discriminación horaria. Esto es, en función del momento del día, el precio de la energía eléctrica es más o menos alto. De ahí que hayan surgido los conceptos «punta», «llano» o «valle» para designar los tres tramos horarios de consumo (ahí ordenados de más a menos caro).

Como decimos, esta medida ha forzado a muchos consumidores a adaptar sus costumbres anteriores. Ahora, en buena parte de los hogares se hace un esfuerzo por evitar el encendido de los electrodomésticos de mayor consumo en las horas «punta». Está sucediendo con los lavavajillas y las lavadoras, aparatos que requieren agua y cuyo uso monitorizamos desde Canal de Isabel II en casi 300 viviendas de la Comunidad de Madrid. Todo forma parte de un proyecto en el que estudiamos los usos finales del agua en una muestra de hogares de la región.

Combinando un registro de los caudales consumidos en cada hogar con un posterior procesado de estas lecturas, podemos determinar el instante en el que se produce el uso de cada dispositivo doméstico instalado, así como el volumen de agua consumido. Es por ello que nuestra Subdirección de I+D+i ha podido comparar la distribución horaria del volumen de agua consumido por estos electrodomésticos en los días laborables de abril, mayo y junio, cuando ya comenzaron a aplicarse las nuevas tarifas de la electricidad.

 

EN FUNCIONAMIENTO DE MADRUGADA

Desde la entrada de los tramos horarios en la factura de la luz, se ponen más lavadoras de madrugada, coincidiendo con las horas «valle» (entre las 0 h y las 8 h). Es la primera conclusión que se extrae de la distribución horaria del uso de lavadoras durante el mes de junio. Como puede observarse en el gráfico, la curva de este mes dista bastante de las reflejadas en abril y mayo, ambas muy similares.

Las diferencias más notables en junio se aprecian entre las 5 de la madrugada y las 8 de la mañana, con un evidente aumento del consumo de agua en lavadoras. En consonancia, existe un claro descenso, con respecto a los dos meses anteriores, en la franja horaria comprendida entre las 10 h y las 14 h (tramo «punta»). Aunque menos acusado, en junio también se produjo un menor uso de lavadoras en el otro periodo «punta», comprendido entre las 18 h y la 22 h. Finalmente, en las dos horas previas a la medianoche (tramo «llano»), las lavadoras encendidas en junio volvieron a superar a las de abril y mayo, cuando el precio de la luz no fluctuaba a lo largo del día.

El relato no es muy diferente cuando el protagonista pasa a ser el lavavajillas. En el mes de junio, su empleo aumentó ostensiblemente en la madrugada. De hecho, el momento de mayor actividad del lavavajillas en las casas madrileñas resultó ser la medianoche. En cambio, su porcentaje de uso durante las horas «punta» (especialmente en la franja de 10 h a 13 h) cayó de manera significativa respecto a los valores registrados en abril y mayo, cuando ese concepto tarifario no existía.

Estos nuevos patrones horarios son el reflejo de un hecho irrefutable: la entrada en vigor de la nueva tarifa eléctrica ha influido decisivamente en el empleo de lavadoras y lavavajillas. Desde entonces, las viviendas tienden, en la medida de lo posible, a encender estos aparatos en los momentos donde el precio de la energía es menos caro.

En el caso de las lavadoras, gracias a que las más modernas son ya programables, se ha adelantado la hora de encendido a la franja de la madrugada, de cara a poder tender la ropa limpia al principio de la mañana. Con respecto a los lavaplatos, dado que tampoco es necesario proceder a su vaciado con inmediatez, se ha observado que la hora predilecta para su encendido es las 12 de la noche. Estos hábitos recién adquiridos se traducen, en definitiva, en un mayor uso de ambos aparatos durante las horas «valle» y en un menor uso durante los tramos «punta».